El estudio analiza el impacto social de los servicios de Grupo 5 en la calidad de vida de usuarios y cuidadores. A partir de la actividad en centros residenciales, diurnos y ambulatorios, se evaluó cómo la intervención en personas con trastorno mental, discapacidad, daño cerebral o situación de sinhogarismo influye en bienestar, funcionamiento clínico, empleabilidad, acceso a ocio y educación, y relaciones sociales. Los resultados muestran mejoras significativas en indicadores como aumento del bienestar, reducción de ingresos psiquiátricos, incremento de contactos sociales y optimización de visitas médicas, destacando la relevancia de las redes de atención y protección social en la vida de los colectivos atendidos.