Si tuviéramos que definir 2025 con una sola palabra, esta sería confianza.
Cerramos un año que no solo marca el calendario, sino que consolida nuestra transformación. Un año en el que Clariane ha demostrado la fuerza de un propósito, logrando algo extraordinario pese a un entorno global complejo: crecer cuidando.
Este nuevo ciclo anual termina con historias compartidas y una sensación clara de avance colectivo; en el que se ha evidenciado un crecimiento, entendido no como una meta alcanzada, sino como un proceso vivo que nos sigue transformando como organización y como comunidad.
Esta transformación positiva y conjunta, se ha convertido en una manera de trabajar, en la que se han ido vinculando equipos, sistemas, centros y servicios nuevos. Todos contribuyen hoy a una identidad común basada en la confianza y la cercanía, por lo que sólo solo existe gratitud por cada una de las personas que forman parte de Clariane
La integración de las distintas actividades de salud mental, atención a personas mayores, emergencias sociales, exclusión social, discapacidad, infancia y familia, y daño cerebral, nos ha permitido ofrecer recorridos asistenciales más completos y coherentes, donde cada persona encuentra una respuesta a medida de sus necesidades y en cada etapa de su vida. Lejos de diluir las singularidades, este proceso ha reforzado metodologías, lenguajes y saberes.
Este año también ha consolidado a Clariane como una marca empleadora reconocible y deseable. El foco no ha estado solo en incorporar profesionales, sino en ofrecerles un proyecto en el que valga la pena quedarse: itinerarios de desarrollo, formación continua, espacios de escucha interna y liderazgo más cercano.
El relato que se ha construido en torno a la experiencia de trabajar en Clariane, ha tenido un hilo conductor muy claro: aquí se cuida a quienes cuidan. Esa convicción se ha ido traduciendo en iniciativas de bienestar profesional sobre las que seguiremos trabajando en 2026.
Mirando hacia atrás, se percibe con claridad una evolución en la forma de trabajar, en la manera de comunicarnos y en la ambición con la que diseñamos el futuro. Mirando hacia adelante, se percibe algo aún más valioso: la certeza de que este crecimiento seguirá siendo humano, pausado cuando deba serlo y valiente cuando la realidad social lo exija.
Cerramos 2025 con la sensación serena de estar construyendo algo que perdura: una comunidad profesional y humana capaz de cuidar mejor porque se siente, a su vez, cuidada. Ese es, en el fondo, el verdadero crecimiento.
¡Felices fiestas!
Philippe Morin
CEO Clariane España